Me enteré de que estaba embarazada con tan solo 19 años. Para mí fue una noticia un tanto extraña ya que por un lado me sentía feliz, y por otro, preocupada por lo que podía conllevar toda la situación.
La primera semana estuve fatal con vómitos, mareaos y fiebre, más los nervios de pensar que podía perder mi trabajo, cosa que al final pasó… Me encontraba sola y con una presión enorme y las mismas preguntas que me resonaban en la cabeza: ¿puedo continuar con mi embarazo?, ¿cómo será mi vida si es así?
Después de pensarlo mil veces decidí seguir adelante, no era capaz de abortar. Tras tomar esta decisión todo cambió en mi vida, ya no era yo sola, éramos yo y la personita que llevaba dentro de mí, a la que tendría que cuidar y proteger para el resto de mi vida… Empecé a buscar ayuda, ya que me sentía sola y di con Preinfant de la Asociación ABD, que me ayudó mucho en todo este proceso.
El tercer trimestre de mi embarazo fue complicado porque para entonces empezaron a crecer de nuevo las dudas: ¿cómo me querrá?,¿lo haré bien? Con el tiempo me he dado cuenta de que es lo más importante de mi vida, y lo hago lo mejor que puedo.
Desde que me quedé embarazada hasta al final del embarazo no sentía el cariño y el amor que solían decir otras madres embarazadas que sentían, y eso me asustaba. Al final me he dado cuenta de que son sentimientos normales que sienten las madres en mi situación…, y la verdad es que mi hija ahora tiene 11 meses y es tan increíble el sentimiento hacia ella…
Es increíble la capacidad que tenemos para afrontar la maternidad a pesar de todas las dificultades. Y es más increíble darte cuenta de que todas esas dudas y preguntas se van respondiendo y solucionando solas según vas pasando tu embarazo, según va creciendo tu hij@, según vas viendo que todo lo que has hecho ha dado sus frutos, a través de tu hij@.
Emely, madre adolescente
Fue madre a los 19 años